¡ A discreción! ¡Disparen!
Se sabe, que en medio de la inminente caída de Berlín, cobardemente encerrado en su bunker, Adolfo Hitler emitió el decreto que dio pie a la llamada “Operación Nerón”, que consistía en la quema y destrucción de todo lo que, en su retirada de todos los territorios ocupados, el ejército nazi dejaba a sus espaldas. Así, ciudades, pueblos, bibliotecas, obras de arte, hospitales, fuentes de agua y, en fin, todo lo que sirviera a la sustentación de la vida debía ser destruido, pues, a fin de cuentas, la destrucción del Tercer Rich, para Hitler, era la destrucción de la única humanidad posible.
Tal locura, en modo alguno impidió la caída y cobarde suicidio de Hitler y su modelo, sólo logró provocar más daño a los civiles sobrevivientes: alemanes, polacos, checos, húngaros, franceses y demás regiones desocupadas por el hasta hacía poco invencible ejército alemán.
Hoy, al leer y, sobre todo, ver cómo se comienza a ejecutar, el último Decreto del gobierno de Nicolás Maduro, expresamente firmado y ordenado por su Ministro de Defensa*, referido a la “legalización” del uso de armamento letal en contra de manifestaciones públicas a discreción de los funcionarios, no podemos dejar de remitirnos a esta memoria de la II Guerra Mundial.
Lo pensamos igualmente, luego de leer la carta que el Exministro de Economía de Chávez (Miguel Pérez) le dirigiera a Maduro, pidiéndole tomara decisiones (para lo que hacía algunas recomendaciones), que permitieran la posibilidad de mantener con vida, por lo menos, una parte de la organización política creada por Chávez; así como la idea de luchar por el socialismo, o poder autodenominarse “de izquierda” sin sentir vergüenza.
Sin embargo, los últimos acontecimientos parecieran demostrar que Maduro y sus “asesores”, están decididos a ejecutar su propia “Operación Nerón” y, a pesar de los razonamientos de Pérez que, dicho sea de paso, coinciden en las medidas económico-políticas sugeridas en el documento público firmado por Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, catalogado por Maduro como prueba de conspiración golpista de la derecha, han comenzado a hacer uso del Decreto para el uso Armas Letales contra el pueblo del Ministro de la Defensa.
El días martes 24 de febrero, dos jóvenes estudiantes de secundaria fueron asesinados a mansalva en medio de movilizaciones sociales. El primero, de 14 años, estudiante de secundaria en el Estado Táchira, fue asesinado por un Policía Nacional Bolivariano, quien, de acuerdo al Decreto de Maduro y su Ministro de la Defensa, tomó la decisión de que el niño, arrodillado, en medio de una confrontación de estudiantes universitarios con el pelotón policial, era una amenaza y, por tanto, era “legal” dispararle a la cabeza con una escopeta calibre 12.
Por supuesto, el Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, para salvar el honor del policía y el gobierno, ha declarado dice que la bala que le voló la cabeza al niño era de goma, por tanto, según su parecer, está menos muerto pues, supone Tarek, una bala de goma es como una pelota con la que suelen nuestros niños jugar al béisbol en la calle. Pero además, la acción del policía bolivariano queda del todo justificada en las palabras del presidente Maduro quien, regresando de Trinidad, donde firmó un gran acuerdo a favor de los venezolanos, pues, ahora le daremos petróleo a Trinidad-Tobago a cambio de papel sanitario (¡Bravo por nuestros culos!); nuestro flamante líder en esta guerra anti-imperialista dijo que el niño de Táchira era miembro de una secta de derecha, pues, pertenecía no a los Seal, los Boínas verdes o al Comando Sur, sino a los Boys Scout; por lo que suponemos, su asesinato queda totalmente justificado por ser parte de la Guerra anti-imperialista del gobierno heredero de Chávez.
Pero, como para que quede claro que la guerra anti-imperialista del gobierno chavista es total y general en toda Venezuela, ese mismo día pero en Guarero, población wayuu de la Guajira venezolana, un efectivo miembro del Ejército Bolivariano que actualmente ocupa colonialmente el territorio jamás demarcado de acuerdo a la disposición octava de la Constitución Bolivariana de Chávez, la Ley de Demarcación de Hábitats y Tierras Indígenas y la Ley de Pueblos Indígenas, todas aprobadas por Chávez y aplaudida por todos los entusiastas anti-imperialistas latinoamericanos, pero que hasta el sol de hoy, sólo han valido para justificar (con largometraje cinematográfico del más espectacular cineasta “revolucionario” de nuestro país: Carlos Azpurua y documentación de los más reconocidos ambientalistas), el asesinato de una veintena de líderes y pobladores indígenas como Sabino Romero y casi toda su familia; una veintena de pobladores wayuu, el último de los cuales, fue un estudiante de secundaria de 17 años, quien cayó el mismo martes 24 de febrero, esta vez, con el anti-imperialista disparo de una AK47 rusa en manos de un bolivariano soldado que le disparó, eso sí, por la espalda, para que luego, dicen los testigos, junto a sus envalentonados compañeros en su guerra anti-contrabando, desafiar a los pobladores de Guarero gritándoles: ¡Salgan pues! ¡Mamahuevos! ¡No y que son arrechos!
La verdad, la gente de Guarero salió, los cobardes soldados bolivarianos huyeron despavoridos y la gente terminó quemando dos de sus camiones Tiuna en los que se habían trasladado hasta esa población para asesinarles, amedrentarles y tratar de obligarles a abandonar su territorio ancestral en beneficio del verdadero contrabando de combustible y drogas que, todo el mundo sabe, dirigen y administran altísimos funcionarios del gobierno y las fuerzas armadas bolivarianas.
En fin, pareciera que estamos en plena “Operación Nerón”, en la que unos elementos pretenden mantenerse atornillados al poder aun cuando esto cueste quemar y destruir a todo un país, a sus niños, a sus mujeres. Hasta ese nivel está llegando el sicópata narcisismo de quienes nos gobiernan y sus adláteres defensores.
Pero no olviden, Hitler y su Operación Nerón jamás impidieron su caída y cobarde suicidio, tal como el Decreto de Disparen a discreción de Maduro y su Ministro de Defensa no impedirán la debacle de este gobierno que, de esperanza en 1998 se ha convertido en la peor desesperanza en 2015.
¡Ave Pueblo, los estudiantes que van a morir te saludan!
* Nos negamos a utilizar el falsario título de “Ministerio del Poder Popular para la defensa”, pues, lo consideramos una burla a la idea de lo que ha de ser el verdadero Poder Popular que, de cierto, no se ejerce desde un burócrata ministerio, sino en las propias comunidades.
En qué andan ustedes,que pescan en este río revuelto