AANA Cuento Fiesta y Candela, LaGuarura/sistema de la palabra libre y militante.

Hace unas semanas pudimos conversar con el compañero Jorge Goyo, militante del  Frente revolucionario de Inquilinos y ocupantes, recluido tras su detención y enjuiciamiento, en la Cárcel de Uribana junto a su hija Rosmary Goyo y a Richard Meléndez. Lamentablemente y nos disculpamos por esto no pudimos tener a tiempo la entrevista escrito presionados por lo que en las últimas semanas parece ser una escalada represiva y de criminalización contra las organizaciones sociales en todo el país.

“Estamos bien, somos responsables de nuestros nuestras acciones y aceptamos sus consecuencias, es decir somos culpables sólo: de luchar por los derechos de los más excluidos y hemos sido encerrados en una cárcel nacional, que es adonde están los más excluidos del pueblo.”

Sobre los hechos de su detención aclara:
“No nos hacemos responsables de la destrucción de bienes públicos o particulares, y sólo actuamos en defensa legítima de la integridad física de Rosmary cuando fue golpeada por los agentes del DIBISE, (Guardia Nacional y Policía Regional), antes, nos habíamos entregado sin resistencia y habíamos sido maltratados y golpeados sin responder, pero unos minutos después detienen a mi hija y comienzan a golpearla. Al igual que yo, Isaac y Richard sin mediar acuerdo nos soltamos para tratar de ayudarla, y no se puede decir que   logramos golpear a alguien porque ahí cuarenta policías motorizados nos dieron con todo a los cuatro. Tuve que ver cómo golpeaban a mi hija en absoluta impotencia.”

“Habíamos sido invitados a la Asamblea de esa Ocupación que estaba preocupada por un inminente desalojo pese a que estaban en pleno diálogo para una posible reubicación. Nos montaron una trampa los motorizados nos interceptan saliendo del Lugar que queda alejado de la carretera y los vecinos no nos pudieron auxiliar pese a que mi hija logró alertarlos de la detención.”

Nos cuenta Jorge que en los días siguientes vivieron más golpizas, poca agua y casi no les dieron comida, los amenazaban de sembrarles droga y de matarlos, “nos guindaban de un tubo con las esposas para que estuviéramos de pie y sin poder dormir”

Se negaron a llamar al abogado defensor y les asignaron sin consulta defensores público que nos los atendieron y ciando fueron a tribunales fue sólo a leerles la sentencia que ya esta escrita.

A Isaac ( al momento de esta entrevista el joven Isaac no había sido asesinado), lo recluyeron junto a otros menores de edad detenidos en las protestas por nuestra liberación, en la Correccional de Menores Pablo Herrera Canquís y se les impuso una fianza con 4 fiadores que tuvieran ingresos no menores a 7500, Bs, ingreso inexistente en nuestras reacciones y amistades inmediatas ni en las de las familias de los menores encerrados.

Se ha dicho en los medios y periódicos que nosotros involucramos a menores de edad en actos de violencia. Pero nosotros nunca hemos convocado a un acto de violencia, sino a Asambleas Populares y movilizaciones sociales. Lo que en un estado de justicia constituyen  un acto ciudadanos que respetado y bien conducidos completan la educación de los jóvenes que quieran y puedan asistir en su condición plena cómo hombres y mujeres de bien. Yo no fui con mi hija a esa Asamblea en el Cono de Seguridad  para que me la golpearan, sino para que aprendiera a luchar y a ejercer sus derechos, sólo estaba completando su educación a través del ejemplo. Por otro lado una recuperación de tierras se hace con la familia entera, porque se hace para que la familia de cada uno de nosotros sobreviva.

“Creemos -dice Goyo- que esto es parte de una escalada para silenciar o provocar a la los luchadores sociales que puede incluir incluso la desaparición física de algunos de ellos”

Jorge en el momento de la entrevista estaba preocupado por Carlos Siéveres a quien pude ver sin hablarle sólo un momento porque notó que su condición física debido a las torturas eran peores que las de ellos y por su aislamiento en la cárcel de Tocuyito del respeto de los presos.

Por último Goyo le dice a sus compañeros y hermanos de la comunidades y del pueblo sin techo que más que luchar por su libertad, esta está garantizada por la multiplicación de las luchas y por la conquista del derecho a una ciudad democrática con la tierra en manos de los trabajadores y de las comunidades.

En las semanas siguientes los familiares de los jóvenes pudieron conseguir su fiadores por gestiones del Movimiento de Pobladores, organización de los comités de tierra organizados por el Gobierno Nacional, debieron firmar la aceptación de su responsabilidad para acogerse a este régimen de libertad. El último en firmar fue Isaac Meléndez, mencionado por Goyo con afecto, quien se negaba a firmar aceptando la sentencia para beneficiarse del mecanismo de fianza. familiares y compañeros lo convecieron porque la libertad era más segura que la Correcional de Menores, pero lamentablemente en la fiesta que les hicieron  para celebrar que estaban libre, un borracho que resultó ser efectivo de la Guardia nacional Bolivariana, lo asesinó y se dió a la huida. Aún no ha sido atrapado.

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