Por: Jessie Blanco.
Mientras las compañeras de la Araña Feminista marchan por la inclusión de la equidad de género en la nueva Ley orgánica del trabajo (LOT)… Inamujer viola los derechos de las mujeres trabajadoras.
El 08 de marzo ya tan sonado y celebrado como el “Día Internacional de la mujer”, el colectivo de la Casa de Abrigo “Argelia Laya”, (valga señalar la primera casa de abrigo creada en nuestro país para refugiar a mujeres en situación de violencia extrema, promovido por las feministas del estado Aragua y el apoyo de la entonces Presidenta del INAMUJER, María León); saca un comunicado denunciando el despido injustificado y el acoso laboral de las autoridades actuales del INAMUJER contra un grupo de trabajadoras que han sido un referente en la lucha por los derechos humanos de las mujeres en nuestro país. En el cual develan, no sólo, el uso panfletario de la igualdad de género y la pésima asimilación de las políticas de igualdad por parte de las actúales autoridades del Minmujer, sino la perversa ignorancia de la actual Ministra en cuanto a las luchas y las conquistas de los derechos de las mujeres en nuestro país, lo que le hace un flaco servicio a este proceso de transformación que vivimos y a las conquistas en sí mismas, del movimiento de mujeres, a lo largo de estas últimas décadas.
¿A quienes despidieron y por qué? María Rivas fundadora de la casa, (10 años de servicio), de origen campesino inmigrante , nacionalizada, negra, enferma, en reciente duelo por la muerte de un hijo con el marido enfermo, Marvi García facilitadora rehabilitándose de una operación (siete años de servicio a la casa), Mercedes Hernández psicóloga, estudiante de maestría en estudios sobre la Mujer porque se opuso al interventor abusador, Mariana Yonusg , fundadora de la casa, (10 años de servicio) recién trasladada al programa de embarazo temprano por problemas de salud que provocan su discapacidad, estudiante de post grado con un proyecto de tesis en genero y Ramón Parra sospechoso de solidaridad con las compañeras , la mayoría a pesar de los años de servicio son trabajadoras contratadas.
Los pretextos esgrimidos por el Director de recursos Humanos Robert Bermúdez a través de su asistente fue La edad de las compañeras, los reposos (cabe señalar producto de las mismas condiciones laborales y que han sido justificados) , sin contar con el despido injustificado y sin argumento de la psicóloga a quien no le quisieron explicar las supuestas causas , pero es bien conocido que fue por defender a una usuaria del acoso sexual que le hacia el interventor machista que impusieron en la casa de abrigo. Así que mientras Chávez se declara feminista y crea programas sociales para proteger a las mujeres de la tercera edad discapacitadas y mientras esta revolución esgrime un socialismo humanista, solidario, con equidad de género en esta institución, que debe ser la primera garante de la defensa de los derechos humanos de las mujeres, ejecutan despidos injustificados bajo criterios capitalistas neoliberales. Los seres humanos son desechables cuando el patrón no los considera aptos. No importa su trayectoria de años de esfuerzo y aportes al proceso y a la institución, Lo alarmante es que esto es dicho y hecho sin el más mínimo asomo de escrúpulo lo que nos habla en que su lógica están convencidos y convencidas de tener la razón y estar haciendo lo correcto. Esto es lo grave, no hemos avanzado en la construcción de esa otra subjetividad que nos permita profundizar en el proceso revolucionario.
En este sentido, existen varios aspectos a los cuales considero que el movimiento de mujeres debe meterle la lupa, más allá del maniqueísmo político que nos entrampa en luchas patriarcales ajenas a lo que hemos querido soñar desde nuestra propia sororidad. Una de ellas es la descontextualización, desemantización y despolitización progresiva de las conquistas históricas de los movimientos de mujeres feministas a través de la asimilación de las llamadas políticas de igualdad de género por vías institucionales, estadales y jurídicas, que merman o desenfocan las luchas de las mujeres en las calles y en las casas, debido al financiamiento progresivo de los programas trasnacionales con “enfoque de género”. Hoy día mucho se habla de género y poco de las luchas de las mujeres. Hoy en día hay muchas leyes que protegen nuestros derechos pero hay más derechos violentados que antes. Hoy en día el género se vuelve discurso institucional con muchas cartillas y panfletos sobre la igualdad, pero somos silentes y ajenas a las situaciones de injusticias y desigualdades que ocurren con las mujeres, lo que muestra el abismo entre la supuesta igualdad formal y la pretendida equidad real en un sistema de clases privilegiadamente al servicio de la masculinización del poder y; la repetición automática de discursos asimilados por las autoridades que asumen cargos de poder pero que no están sensibilizados con luchas reales las cuales dicen representar. Este problema que parece local y circunscrito a las políticas venezolanas, no es muy diferente a lo que ocurre a nivel de la región de la América Latina. Y nos llama a ampliar la lupa para el análisis sobre la trascendencia de las luchas de las mujeres para la transformación ya no sólo política de un país sino hasta planetaria.
Por otro lado, lo local es global. Cuando peleamos por los derechos laborales de nuestras hermanas, estamos luchando por conquistas históricas que lograron nuestras ancestras y que nos dejaron como legado, para que nosotras no sólo lo disfrutemos sino que, estemos en el deber, con las futuras generaciones, de conservar y hacer progresar en la ampliación de la conquistas de nuestro derechos como mujeres. En este sentido, no nos referimos sólo a las mujeres de las textileras de New York , ni a Clara Zetkin a quien le debemos mucho, y de donde se origina la idea de conmemorar el día internacional de la mujer TRABAJADORA , sino a nuestras propias conquistas laborales que se ponen en cuestión cuando son violentadas y no hacemos nada al respecto, por el bozal electoral , que nos hace tanto daño o más que el propio bozal de arepa que nos impide ejercer nuestra verdadera autonomía como mujeres luchadoras.
En las vísperas de un año electoral cuando el proceso revolucionario más debe sumar votos, muchas instituciones del estado más que sumar, restan y dividen y, ya no sólo con el burocratismo sino con el desmantelamiento de políticas conquistadas por los movimientos sociales que se habían convertido en programas de acción a lo interno de las instituciones. La oposición aprovechará para argumentar en contra del Gobierno y beber en ríos revuelto al no tener programación propia de cara a la realidad del país, mientras que los verdaderos responsables desde su ignorancia política útil a la política de la derecha toma un poder que el pueblo como fuerza autónoma ha delegado por su fe y esperanza.
Para transformar hay que ver la realidad de lo que queremos transformar, no podemos cambiar nada ni siquiera a nosotras mismas desde la negación de aquello que nos perjudica y en este momento, hay que decirlo, sí somos fieles, honestas y leales a los procesos de transformación desde las raíces que nos sostienen: La actual ministra del MinMujer Nancy Pérez no representa los intereses de las mujeres trabajadoras y me atrevería a decir, que ni siquiera los del mismo gobierno que la sostiene. Una Ministra que cierra las pocas casas de abrigo para mujeres víctimas de la violencia, que engaveta los programas de prevención nacional de la violencia, que violenta los derechos de nuestras hermanas no merece estar en ese cargo, es una ministra contrarrevolucionaria, que le hace un grave daño a nuestra política como mujeres.
En este sentido, Habría que preguntarse entonces ¿por qué el o8 de marzo se dieron dos marchas simultáneas en nuestra ciudad, una promovida por el Ministerio de la Mujer, que más que marcha parecía un festín y otra, por la Araña Feminista que agrupa una red de colectivos feministas socialistas. ¿Por qué la Araña Feminista no acompañó la marcha del Minmujer o mejor dicho por qué la Ministra de la Mujer no acompañó la marcha de la Araña Feminista que llevaba una propuesta de inclusión de la equidad de género en la nueva Ley orgánica del trabajo a la Asamblea nacional? …Me imagino que estaban ocupados elaborándoles las carta de renuncia a las compañeras de la Casa de Abrigo Argelia Laya!.
Es responsabilidad del movimiento AUTONOMO DE MUJERES luchar para impedir que hayan retrocesos en los avances que hemos tenidos durante las últimas décadas Y QUE TANTO NOS HA COSTADO y hacernos cargo de esta realidad porque nos debemos a una lucha que pretende convertirse en una transformación cultural inter y trasgeneracional que nos trascienda como civilización.
¡LOS DERECHOS NO SE MENDIGAN SE EXIJEN ¡
revistamatea@gmail.com
Muy cierto este comentario yo tambien fui victimas de las lacayas que estan por jefas en ese instituto que de feministas no tienen nada, abusadoras es lo que son maltratan al personal , descaradas sobre todo la Judith Lopez