
El pensamiento de “un otro mundo posible” en el 2° Seminario Internacional de Integración Latinoamericana
Por: Carlos Baca Feldman / México.
Abrir espacios de diálogo e interacción cultural es uno de los objetivos más buscados y, al mismo tiempo, más difíciles de cumplir para aquellos que buscan la concreción de un “otro mundo posible”. Ese era el llamado del “2° Seminario Internacional de Integración Latinoamericana DESDE ABAJO”. Fuimos pocos los presentes, cuando menos en número, pero todos llenos de historias y esperanzas encaminadas a vislumbrar en el horror del presente las posibilidades de un futuro mejor. El encuentro tuvo como contexto temporal los festejos del “Día de la Resistencia Indígena”, del 10 al 12 de octubre de este año, y como límite geográfico Maracaibo, Venezuela y sus cercanías.
Durante tres días se abrió el diálogo entre personas con diferentes visiones de la revolución, de la paz, de la economía y de la lucha. Reunidos en las cercanías de la ciudad petrolera más importante de Venezuela discutíamos y confrontábamos visiones distintas. No hicieron falta los académicos, los activistas, los comunicadores comunitarios, las figuras emblemáticas de la historia reciente de este país. Los participantes íbamos de estudiantes hasta doctores, de jóvenes skaters hasta activistas radicales, de adolescentes hasta los más experimentados, brasileños, españoles, colombianos, franceses, venezolanos, mexicanos, todos participando de un debate abierto y sin restricciones que fueran más allá de los límites temporales, geográficos o tecnológicos.
Tres días que fueron intensos en pensamientos, discusiones y acuerdos de resistencia y lucha. El lunes fue el día más “institucional”, quienes nos encontrábamos en la Escuela de Formación Sociopolítica Domingo Verde tomamos dos taxis colectivos para trasladarnos a la Universidad de Zulia. El día martes, ya sin las restricciones del espacio académico, dio lugar a las mesas de trabajo abordando temas como la comunicación alternativa, la soberanía, la cooperación y la autonomía. Las discusiones ambos días nos permitieron escucharnos los unos a los otros y a tratar de dar respuesta a preguntas que llevaban de un tema a otro y en el que las sesiones de preguntas y respuestas se transformaban en amplias tomas de posición sobre asuntos sociales, filosóficos, económicos y todo aquello que se podía relacionar con el cambio social. Las jornadas no terminaron con el fin de los espacios formales de diálogo, continuaron con la proyección de documentales y pláticas que nos llevaron a ver el amanecer.
El miércoles, 12 de octubre, fue probablemente el día más especial del encuentro. Nos trasladamos a una comunidad indígena wayuú enclavada en la Sierra de Perijá, límite fronterizo entre Colombia y Venezuela. Los wayuús sufren desde hace más de ocho años de represión y agresión por parte de las mineras que quieren obtener el carbón que se encuentra en las entrañas de los cerros de la zona. Sin embargo, a través de la conformación del movimiento Maikiraalasalii (“los que no se venden”) dichas comunidades han luchado, y seguirán luchando, por recuperar el espacio natural que han cuidado por generaciones. El acudir a esta comunidad tuvo como objetivo centrar las discusiones abstractas hacia programas concretos encaminados a la conformación de estrategias en tres líneas: la economía, la comunicación y la movilización.
El nombre del Seminario tenía en sí ya su propia definición: DESDE ABAJO. Y es que la premisa de todos fue compartida en el sentido de que no se puede pensar en igualdad, libertad de expresión, derechos humanos, supresión de la pobreza, soberanía, o cualquier otro elemento de una vida social más justa sino es por medio del diálogo de TODOS, sobre todo de los que viven en condiciones de rechazo y represión en un sistema social como el capitalismo.
Sin embargo, las discusiones no dejaron de ver en la propia definición que nos pone “abajo” en la sociedad es: por un lado, un cambio en el continuo de la historia marcada por la dominación de unos cuantos pero, al mismo tiempo, refleja un estadio de clasificación social que parece dejarnos sin salida. Ante este señalamiento viene como respuesta la propuesta del señor Rafael, guardián del espacio que nos cobijo durante nuestra estancia, un mundo no puesto de cabeza sino ordenado de lado a lado, en el que América Latina no queda “abajo” sino a la izquierda, como muchos movimientos sociales lo han deseado.
Un relato de un encuentro tan significativo como el que trato de describir en tan pocas palabras seguro que dejará al lector con muchas dudas y, es probable, que con muchas insatisfacciones. Lo que quiero recalcar por este medio es que este evento, como muchos otros, son la posibilidad de retomar ese diálogo que creíamos perdido en el juego de la abundancia y la acumulación capitalista. No debemos perder de vista que, más allá de la rutinización de la vida cotidiana, siempre debe existir el momento de regresar a la comunicación como parte de la esencia de lo que nos hace ser humanos. En ese sentido, el “2° Seminario Internacional de Integración Latinoamericana DESDE ABAJO” fue una oportunidad para repensarnos y volver a compartir la esperanza de un “otro mundo posible” construido desde la base, desde nosotros.