leopoldo-tintoriLas Comadres Púrpuras

La noticia emanada por el TSJ (a partir de su cuenta en twitter, sustitutos de las ruedas de prensa) donde el magistrado Maikel Moreno avocó de oficio la causa en contra de este ciudadano “en virtud de que existían serios señalamientos de irregularidades sobre la distribución del expediente a un Tribunal de Ejecución”[1], cosa que nos asombra, nos deja perplejas que después de 3 años en que el TSJ viene a darse cuenta de este hecho. He ahí la primera de las razones.

La segunda razón  es el manejo de la información sobre el estado de salud del dirigente, que ya también desde hace varios meses los rumores expresaban sobre “un deterioro de su salud”, lo que llevó al magistrado  a considerar ajustado a derecho el otorgarle esta medida como medida humanitaria.

La tercera razón, y la que creemos es la más poderosa -la meta razón-, es el establecimiento de un nuevo pacto y que otros llaman negociación entre las cúpulas del oficialismo y las cúpulas de la oposición, en la que los militares obviamente están de lleno, pues no son entes pasivos sino muy activos en esta decisión. Ciertamente, las negociaciones y los pactos son arte y parte en la Política, la historia, las revoluciones, en fin en la humanidad. Por allí escribieron que en Política se avanza, se retrocede y se negocia. Tal y como ocurrió durante los sucesos decimonónicos en nuestro país, que para no ver aplastada en pleno la facción independentista en 1812, Francisco de Miranda fue entregado a los españoles después de capitular ante los realistas. Tanto la capitulación como la entrega de Miranda fueron actos políticos. Ni Miranda ni Bolívar pasaron a la historia como traidores. Esta última afirmación es cuestionable pues la entrega de Miranda sí fue una traición, fue una decisión Política, pero traición al fin.

«El pacto de Ramo Verde constituye otra guinda para la torta en la continuación de la incredibilidad en nuestro sistema de justicia»

Esto también recuerda la premisa de Maquiavelo cuando dijo que la política es amoral. En política se traiciona, se entrega, se negocia y se pacta, eso no nos cabe la menor duda y tampoco nos sorprende, lo que nos asombra es la ingenuidad con la que a veces se analizan ciertas negociaciones y pactos, que no sólo echa para atrás decisiones cargadas de legalidad como la instigación a la violencia y la ejecución de la misma por parte de Leopoldo en el 2014. Este pacto traerá consecuencias importantes, aún no sabemos cuáles pero de que las tiene, las tiene. También echa para atrás la credibilidad en las instituciones venezolanas y el sistema de justicia, las mismas que se derrumban cual castillo de naipes.

Ciertamente la bandera política de la oposición es la liberación de los supuestos presos políticos. Nosotras sabemos que Leopoldo estuvo preso por su evidente ejercicio de la violencia, efectuó un delito y debe pagarlo. Ahora bien sabemos que su encarcelamiento es político o ¿no?

Sabemos también que este cambio de medida hacia López por arresto domiciliario es realizado en un contexto de violencia social y política y de crisis económica insostenible. Esto no fue una casualidad. Así como tampoco es casual la mediación de Zapatero quien también tiene sus intenciones en esta decisión  y que nadie venga a decirnos que solo fue un mediador en el dialogo. Aquí hay gato encerrado!

El pacto de Ramo Verde constituye otra guinda para la torta en la continuación de la incredibilidad en nuestro sistema de justicia. El mismo que se calla y se cubre los ojos ante las atrocidades violentas que ya tiene más de 90 días y ha cobrado 91 muertos. Ante esto quienes son los presos? Pues varios estudiantes –algunos violentos, otros no- cuyos derechos humanos están siendo violentados por las fuerzas represoras del Estado: la bondadosa Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la generosa Policía Nacional Bolivariana (PNB), que no solo les golpean y humillan sino también les aíslan  y cuando son privados/as de libertad también las y los agreden sexualmente, y todavía muchos creen que es mentira.

En pleno momento de confrontación política entre dos bandos irreconciliables y enemigos cuyos intereses supuestamente son distintos -sin embargo en nuestra claridad sabemos que sus interese son muy similares-. Nos recuerda a la trilogía El Señor de Los Anillos, donde la disputa fundamentada en una batalla sangrienta venía dada por la adquisición del anillo que Mr. Frodo tenía la misión de cuidar. Siendo Venezuela y sus pozos petroleros el anillo “my precious” que dan muy buenos dividendos a quienes sean sus dueños/dirigentes, estamos muy claras de que esta disputa –que es política y económica- sí es sangrienta. Ahora, estamos a la incertidumbre de la Hora Cero.

Para nosotras ambos bandos son las dos caras de la misma moneda y en ambas caras están los militares, por supuesto los de muy alto rango, no los soldaditos de plomo esclavos de los primeros. Aún estamos por descubrir quién es ese cuidador y protector de Venezuela y sus reservas de crudo y minerales. Creemos firmemente que debería ser el pueblo, como constitucionalmente está establecido. Sin embargo, los líderes oficialistas lo saben, por ello nos distraen ahora con la constituyente diciendo que esta va a mejorar la que ya tenemos, como que si la que tuviéramos no es una de las mejores del mundo y lo suficientemente democrática como para generar soluciones a esta crisis que como ya lo hemos dicho la generaron los líderes de lado y lado. La construcción del discurso desde la verdad absoluta de que es la única vía para garantizar la paz es lo que más miedo da, pues los dogmas impiden la amplitud de la mirada, de la visión y el análisis y por ende, la amplitud en la toma de decisiones y soluciones. Pero entendemos que los dogmas son esa táctica, ese medio útil para lograr los fines de conseguir el poder, el anillo.

«Aquí parece que cada grupito juega sus cartas, ¿mientras Tareck el Aissami y Freddy Guevara calientan las calles, Maduro y Leopoldo negocian? »

La crisis política se ha saturado de una polarización extrema que no sólo se trata de dos cúpulas que monopolizan el mundo político, sino también el mundo informativo. La información también se desarrolla desde los dogmas útiles a cada grupo, haciendo imposible desarrollar análisis complejos sobre nuestro acontecer. El baño diario que nos damos de verdades absolutas y pre-fabricadas, ha anulado la capacidad de interpretar la crisis, y nos deja con 2 opciones, la participación en la polarización o simplemente abstraernos en nuestra realidad inmediata, en nuestra sobrevivencia diaria.

La coyuntura varía todos los días, cuando parecía que nos dirigíamos a una guerra civil por la obstrucción de cualquier salida institucional o semi-democrática para canalizar la crisis y con una “constituyente gasífera” en camino, esta semana todo cambia y aparecen las señales del pacto y la negociación. Aquí parece que cada grupito juega sus cartas, ¿mientras Tareck el Aissami y Freddy Guevara calientan las calles, Maduro y Leopoldo negocian? Serán otros nombres, otros grupos, quién sabe, pero parece que la clase política venezolana esta todavía decidiendo en caliente las múltiples salidas a su crisis.

El Pacto de Ramo Verde podría ser un hito en la historia contemporánea que conocerán nuestrxs hijxs y nietxs y vivirán las consecuencias de ello, así como nosotras y nosotros conocimos y vivimos las consecuencias del Pacto de Punto Fijo. Que no quede invisibilizado que sí es un pacto, que sí es una negociación entre titanes y que ya no nos queda más sino implorar que por lo menos sea para dirimir la violencia desbordada que ha trascendido de los lideres a lxs de a pie.

Fuente Consultada:

[1] https://www.aporrea.org/ddhh/n311130.html. Recuperado el 8 de Julio de 2017.

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