Los CLAP no funcionarán

La Guarura, palabra de los pueblos en lucha (laguarura.info)

Los CLAP no funcionarán, no por culpa de la gente. No puede liberarnos el esquema de distribuir alimentos cuyo adquisición y cadena distributiva no es controlada por el pueblo y tiene intermediarios que se enriquecen con el negocio de distribuir. El mismo esquema que hizo ricos en estos años a pandillas de burócratas vividores.

Es mascarón de política de izquierda de una cadena de vicios

Esta política, aplicada en otros gobiernos populares de la historia, debe al menos ir acompañada de una transparencia para la gente de la cadena distributiva creada desde que el estado hace la compra hasta que se distribuye, mejor aún, y así no ha sido casi nunca en ninguna otra parte, con la aprobación de la gente de las decisiones tomadas a todos los niveles.

En general la democracia es traducida por los tecno-burócratas del gobierno en ineficiencia operativa, ya que la idea, muy pregonada, del gobierno de todos no llena las expectativas ni sus calcetines.

Un verdadero control social del proceso, aunque fingido en la propaganda, no ha sucedido hasta ahora ni en su mínima expresión en la política de distribución de alimentos del estado. Tampoco sucedió antes en ningún gobierno por supuesto. Esto permitiría la activación de algo fundamental, los circuitos productivos y comerciales locales y a partir de allí lo que haga falta bajo control de un pueblo informado.

Los militares de alto rango están enriqueciéndose.

¿Qué sucede? Que los militares controlan la importación y comercialización de alimentos para su beneficio como empresarios importadores con sus testaferros, no importa ahí como piensen, muchos incluso tienen testaferros opositores o chavistas de oportunidad, corruptos todos, enriqueciéndose con la política alimentaria centralizada del gobierno bolivariano. Este esquema incluso crea una cadena de comercialización especulativa que no garantiza que se distribuya en comercios nada a precios justos, a los comerciantes de tiendas les llega caro, después de dos o tres estaciones de intermediación y ellos no pierden nada porque aplican el aumento o bachaquean por fuera parte de lo regulado.

No resuelvas la contradicción acusando al último de la cadena mafiosa.

Esto es el verdadero bachaqueo, los que venden al final solo son la punta visible de una cadena viciada desde el principal importador de alimentos que es el propio estado, además es el que da los permisos a cualquier otro importador y permite en las aduanas todo lo ilegal e ilícito. La llamada «Guerra económica contra el pueblo» tiene de su parte a quienes controlan las divisas y los permisos, a quienes toman las decisiones y estos, todos, cobran su comisión. Es decir, claro que hay una guerra contra el pueblo, pero el estado-gobierno definitivamente no es nuestro aliado, todo lo que parece hacer sobre el tema es para mantener su estabilidad gobernante, no para solucionar radicalmente el problema a favor de un modelo democrático y soberano. El estado nos hace la guerra aliado de las corporaciones y de los mafiosos.

Cuando un gobierno parece tan poco interesado en su patrimonio electoral, es necesario preguntarse, ¿¡Pa dónde vamos carajo!?, es obvio que la democracia, de ningún tipo y adjetivo juega un papel en esta polarización política en la que los pendejos estamos fuera.

El eslabón de exhibición para no cambiar nada

Los CLAP son un eslabón perdido de exhibición de lo que pudiera haber sido un esquema socialista o social de distribución, pero rápidamente reproducen los vicios y muestran la desesperación de la gente, ya que el resto de la cadena esta PRANIZADA, además, si en el cuarteto constitutivo de cada CLAP está el Frente Fco. de Miranda, entonces no hay esperanza de que nada suceda desde la creatividad y desde la honestidad social y administrativa incluso a ese nivel.

Parece inexplicablemente que el gobierno necesita mostrar para sobrevivir que ha sido y es un gobierno de izquierda con toda su fraseología y orgánica, parece que es necesario ocultar que es el gobierno más corporativo de nuestra historia.