Tibisay Maldonado Lira/ 13 Enero 2014
Una necesaria reflexión para entender este asunto
La historia de asesinatos de indígenas yukpa por parte de ganaderos, parceleros, hacendados y sicarios, en los últimos ocho años, nos tiene colmados de dolor e indignación, especialmente cuando estas muertes son como diría el Gabo: crónicas de unas muertes anunciadas.
Si bien es un hecho que ha habido triunfos en la recuperación de tierras agrícola, hoy día convertidas en NUDES o Centros Socialista de Producción u otras denominaciones programáticas del Gobierno Bolivariano, el caso de las tierras de los pueblos originarios sigue en espera de una verdadera concreción.
Una demarcación ilegitima que irrespeta la Constitución y las leyes.
–La entrega de títulos chimbos: No es una simple crítica o un discurso escuálido. Desde que comenzó la entrega de títulos a las comunidades originarias, son las mismas comunidades las que han expresado su descontento con estas entregas. Ya el 12 de septiembre de 2006 en la Plaza Bolívar de Caracas, comunidades Barí expresaban ante la prensa, su descontento por la demarcación y la entrega de títulos chimbos como ellos mismos señalaban. Esto sin señalar las diferentes marchas y presencias en Caracas que desde 2004 se han venido dando por parte de comunidades originarias del país por las mismas causas, y la lucha del pueblo yukpa que ya lleva 8 muertos y mas de veinte heridos por ataques de hacendados y sicarios que rechazan cualquier intento de justicia y reconocimiento de los derechos de este pueblo. El mas reciente, los tiros que recibió el 03 de enero de este año que comienza Silverio Romero, hijo del asesinado cacique Sabino Romero, diez meses después del asesinato de su padre (03 de marzo de 2013) es herido Silverio. ¿?
–La presencia de terceros: Lo que los pueblos originarios refieren como títulos chimbos, no es más que la entrega de pequeñas parcelas de terreno dentro de los latifundios de los hacendados, desconociendo el derecho a los territorios originarios de los que fueron despojados históricamente, y produciendo una aberración jurídica conocida como “la presencia de terceros”, es decir, parcelas de terreno dentro del territorio de su enemigo histórico: los hacendados con sus sicarios (el territorio de los hacendados y parceleros es todo lo que esta en blanco, es decir prácticamente ¡todo!).
Un ejemplo de esta aberración, es equiparable a la venta de cualquier inmueble: casa, apartamento, donde el propietario se reserve una habitación o un pedazo de la casa o apartamento que fuera suyo, inclusive se quede con las llaves de esa que ya no es su propiedad, pues es la única manera de acceder al espacio con el que se quedo como propietario y por tanto podrá entrar y salir a su antojo, y peor aún con el derecho de hacer dentro del espacio con el que se quedo lo que el quiera, pues a fin de cuentas es suyo.
Ejemplo de la demarcación actualmente en la Sierra de Perijá:

Elaboración propia
–Parcelas de terreno y no territorios: A la presencia de terceros, se añade la entrega de parcelas de terrenos diseminadas dentro del territorio del latifundio, con dimensiones que no son acordes a las necesidades productivas de las comunidades adjudicadas, pues la hacienda en cuestión alberga una familia de ricos hacendados de 12 o 20 personas a los sumo, entre familia y personal de la hacienda, mientras los pueblos originarios se distribuyen en comunidades de varias familias, 12 a 20 familias en promedio, cada una de 10 a 12 miembros, lo que constituye una comunidad con requerimientos productivos mínimos, y a la que no responde las tierras otorgadas, ni siquiera preveen el crecimiento natural de estas comunidades y sus familias.
–Irrespeto a la cosmovisión originaria: La entrega de parcelas de terreno, como quien entrega o reconoce las tierras de un pequeño productor agrícola, no es lo mismo cuando a comunidades indígenas se refiere, pues si bien también son productores agrícolas, están marcados por su relación con la naturaleza, de la cual han sido custodios y protectores naturales como parte de su cosmovisión, y por ello se habla de territorios pues es el espacio que contiene a esa naturaleza de la que son parte y es un todo indivisible de acuerdo a esa cosmovisión. Se entregan pedazos de tierra y no territorios como lo señalan la Constitución y las leyes, desconociendo su derecho ancestral. A esto se añade que los pueblos originarios no han participado adecuadamente en estas demarcaciones por la falta de traductores en las asambleas, o simplemente, no han participado y se decide desde oficinas gubernamentales, por funcionarios burócratas mas de la cuarta que de la quinta república.
–El pago de las bienechurias que no termina de concretarse: Este es otro hecho resaltante, el Presidente Chávez a (ha) declarado públicamente en varias ocasiones, la entrega de los recursos para el pago de las bienechurias localizadas en estos terrenos, pero no terminan de pagarse para que por lo menos los hacendados y parceleros salgan de las mismas… Gran interrogante para los encargados del Plan Yukpa (ministerios de Pueblos Indígenas, Interior y Justicia y Ambiente): Están los reales, pero no se gastan para lo que están destinados… ¿Quien responde a esto?
El cerco mediático sobre la lucha de los pueblos originarios.
La lucha de los pueblos originarios, especialmente el pueblo yukpa, no es conocida precisamente por su presencia en medios públicos o privados, sino por la persistente lucha de los colectivos, movimientos sociales y medios comunitarios y alternativos, que se han dado la tarea de romper el cerco mediático sobre este tema, con diversas acciones pequeñas y grandes, tanto en medios de información como frente a las oficinas de ministerios e instituciones del Estado.
Llama la atención el silencio sobre los asesinatos de indígenas en manos de sicarios, y por el contrario la poca información que se recoge en los medios privados en su mayoría aliados de los hacendados y ganaderos, se registra con la misma criminalización hacia estos compatriotas en los medios públicos.
La Radio Nacional de Venezuela, repetía en su noticiario indígena, palabras más, palabras menos, las mismas informaciones calumniosas y tendenciosas sobre el asesinato de Alexander Fernández, José Luis Fernández Fernández y Leonel Romero el pasado 23 de junio de 2012, que reseñaba el diario La Verdad del Zulia, conocido por su afinidad con la asociación de ganaderos de Machiques (GADEMA).
Por otra parte, la ministra de los pueblos indígenas; Nicia Maldonado y el ministro de relaciones interiores; Tarek El Aissami, hacen “mutis” sobre estas muertes y las anteriores muertes, y por el contrario, cuando el ministro El Aissami, dio declaraciones, era para referirse a sus “amigos los ganaderos” como dijo en una rueda de prensa.
Es mucho lo que hay que decir en esta materia, pues en nuestro legado originario, esta la alternativa para la salvación del planeta de tanta depredación y extraccionismo. El tema de los derechos de los pueblos originarios, es básicamente el tema del reconocimiento de la diversidad, el reconocimiento de uno de los mas bellos principios que contiene la Constitución Bolivariana: reconocernos un país multiétnico y pluricultural.
Si el gobierno es revolucionario, entonces debe resolver el problema de la demarcación y comenzar realmente a asumirnos diversos, respetando culturas, cosmovisiones, y asumiendo que quienes irrespetan la constitución y las leyes, son la contrarrevolución y la derecha endógena que se enseñorea en sus cargos, y se ríe del proyecto bolivariano originario… ¡Abramos los ojos pues¡