foto: Alejandro Vásquez
foto: Alejandro Vásquez

Arlenys Espinal

El año amaneció consternado por los hechos de violencia, unos más mediáticos que otros, pero todos terribles, consecuencia de una sociedad enferma determinada por los intereses de los poderosos del mundo, compañías transnacionales que actúan contra campesinos, contra los pueblos originarios, contra los trabajadores y contra todo el que ose defender su tierra, su trabajo, sus derechos. Pero el poblador del campo o la ciudad, en la cotidianidad no ve lo profundo del tema de la violencia, no ve cual es el origen del sicariato, no ve de donde viene tanta droga, no ve que hay una industria armanentística lo suficientemente poderosa para generar guerras como la de Iraq, como la de Siria y, como las  que no parecen guerras, que matan “al detal”, a cualquiera por encargo, como el caso de la familia del Cacique Sabino Romero, que ha venido siendo exterminada, sin que las autoridades del estado lo impidan.

Es pues la violencia en el mundo, un asunto que requiere ver más allá de lo aparente y más allá de la esquizofrenia que se observa al menos en nuestro país cuando la terrible realidad se revela y las páginas y bolsillos de los dueños de diarios que viven del crimen, se engordan.

De un lado,  los gobiernos progresistas, que producto de las luchas de los pueblos, se hicieron del poder y luego en su mayoría, han dejado de activar los mecanismos de la participación y aunque muy progresistas, se erigen sobre los pueblos dictaminando las políticas, entre otras las de seguridad, volviendo al mas de lo mismo: “es un problema de policías y mas policías”.

Los partidarios de estos gobiernos, se esmeran en argumentar los esfuerzos realizados, como en Venezuela, la creación de la Universidad de la Seguridad y de la Policía Nacional, y aunque los acontecimientos gritan que hay que evaluar, que hay que revisar, que algo no está funcionando y que nos estamos pareciendo a lo viejo, a lo  que queríamos destruir, los partidarios defienden y defienden y los mas enceguecidos dicen que la mediática opositora crea una percepción de inseguridad, pero que esta  no existe.

Del otro lado, desde los partidarios de los gobiernos de derecha, que ellos llaman democráticos, se observa su capacidad para reaccionar,  solo cuando la victima de la violencia es de su espectro social y económico.  Hacen silencio cuando son los Yukpas, los campesinos, los pobladores de barrios, los afectados. Se hacen los desentendidos cuando ganaderos arremeten, cuando transnacionales desplazan un pueblo pagando sicarios y cuando el propio gobierno que ellos adversan tiene las manos metidas en el negocio transnacional que ellos apoyan, como el caso de la Carboeléctrica en el Zulia.  

Y a todas estas… ¿Dónde esta el pueblo en lucha?, ese que fue capaz de dar al traste con el sistema corrupto que instaló AD y COPEI  con su “disparen primero y averigüen después”, ¿Qué fue de la vida ese pueblo que cambió el rumbo de la historia el 27 y 28 de febrero del 89? ¿Qué fue de la energía creadora que salvó el hilo constitucional en 2002 y la industria petrolera? ¿Dónde esta la indignación popular y la capacidad de lucha autónoma, que tenemos como herencia desde Guaicaipuro y que generó al propio Chávez?  ¿Qué fue de esa energía irredenta libertaria?

Este es un asunto de primera importancia para entender porque no basta defender a un gobierno por muy progresista o revolucionario que parezca y mas aún, porqué no basta estar en su contra, pensando equivocadamente que si se cae todo mejorará sin reparar en el proyecto que sustenta la oposición en Venezuela y en toda Latinoamérica. El asunto es mucho más complejo y quienes no quieren que como pueblo abordemos esa complejidad, se esmeran en mantener dos bandos enfrentados sin revelar jamás la verdadera naturaleza de los problemas de nuestras sociedades disociadas y depredadoras de la naturaleza.

Pero como pueblo en lucha no podemos esperar que nos den permiso para “darnos cuenta”, ha sido esa alienación la que generó derrotas culturales de las revoluciones llevadas a cabo en el mundo. Ya se trate de soviéticos, chinos, cubanos y demás intentos transformadores, en algún punto esos procesos se han enfermado de lo mismo: la incapacidad para construir una sociedad participativa y la capacidad cada vez más renovada de convertir al pueblo revolucionario en pueblo beneficiario.

De allí la gran tarea que tenemos los movimientos sociales, hoy desmovilizados y convertidos en promotores de los planes de los gobiernos progresistas. La trampa es la misma que históricamente impusieron los gobiernos socialistas: Como no queremos que la derecha avance, todas las energías deben estar contra esta y por tanto está prohibido revisarnos, está prohibido evaluar, está prohibido criticar

Pero sucede que como todos los pueblos somos creadores y hemos de sacudirnos este letargo, esta postergación para continuar avanzando en nuestra liberación, valorando lo avanzado y reinventando el porvenir, revisando, evaluando, activando,  cantando, andando, como pueblo en lucha pues.

3 comentarios en «¿Qué será de la vida de los movimientos sociales?»

  1. Así es camarada Arlenys ¿dónde están los movimientos sociales, vanguardias del pueblo bolivariano en lucha? Porque el pueblo está ahí, con sus angustias, sus padeceres, sus carencias, pero sigue en lucha, no se rinde, nunca cesará en su lucha revolucionaria contra toda esa descomposición social que tu describes en tu escrito. Muchos de esos colectivos, otrora revolucionarios, hoy están «tarifados», es decir fueron callados, a fuerza de billetes y prebendas, por l@s que desde el Poder se olvidan que ese mismo pueblo, el batallador, el que consigue y proporciona votos en cada jornada electoral, sigue allí y más temprano que tarde pasará factura a la contrarrevolución que cada día gana más espacios en «nuestro gobierno».
    Pero no todo el panorama es gris. Amanecieron los colectivos del Zulia señalando, con sus doctos planteamientos, cuan embarrado se encuentra el gobierno zuliano no solamente en los casos de crímenes y atentados contra las familias Romero y Fernandez sino contra la madre naturaleza en nombre de un seudo desarrollo (capitalista-socialistoide) que pretende saciar sus individuales ansias monetarias con sus acciones corruptas y depredadoras del ambiente, sin importarles el nefasto futuro para las comunidades zulianas. Ese no es su problema, ya consiguieron el voto del pueblo zuliano, ahora que se jodan, ya verán que hacer para saciar su sed cuando los reservorios que surten pueblos y ciudades zulianas se hayan agotado. Ell@s, quizás estarán viviendo el Miami u otras ciudades de los imperios que tanto aborrecen de la boca para afuera (allí van periódicamente a pasar sus merecidas vacaciones). No sólo la derecha venezolana va al infierno, perdón a los imperios, también la roja-rojita gusta de sus placeres, y con dineros del pueblo el goce es mayor.
    Pero ahí están, allí estarán, allí estaremos, los movimientos sociales revolucionarios dando la pelea. Convoquemosnos porque la pelea es peleando.

  2. Hola Arlenys, primero disculpa a ti, a Lusbi y todos los y las compas, por no poder asistir a la reunión del 19, de la cual te estaré llamando para preguntarte si se acordaron algunas cosas.

    Sobre tu articulo, estoy acuerdo en líneas generales de tu critica y cuestionamiento, pero tenemos que profundizar aun mas. Si analizamos el proceso del Bolivariano, nos daremos cuanta que un error histórico fue que las «Vanguardias» se equivocaron o traicionaron al movimiento social popular y revolucionario, cuando se incorporaron «al nuevo estado Bolivariano/Revolucionario», subordinando la independencia de los movimientos y sus autonomías al estado asumiendo que era nuestro Estado.

    Esto dio inicio a una política consciente de la nueva Burguesía de coaptar a loas «Cuadros, Vanguardias, Dirigentes», para burocratizarlos y así darle un golpe mortal a las bases populares que con fuerza y determinación veníamos en pleno desarrollo de la conciencia social política de clase.

    Sin embargo la dialéctica del materialismo histórico científico, nos demuestra que los cambios socialista son, esos cambios, que mutan permanentemente, que no hay determinismo histórico y que la humanidad asi como la naturaleza esta permanentemente en una encrucijada, evolución o involución, retroceso e extinción…pero en esta lucha de fuerzas antagónicas entre los que quiere homogenizar sin ser hegemonía, y los que queremos emanciparnos siendo la hegemonía teórica, por ser la mayoría en la sociedad, nos indica que entre reflujos y efervescencia se impondrá la ultima, ya que la historia de las luchas de clases nos indica que el carro de la historia va hacia adelante aunque tenga retrocesos.

    En concreto, saliéndome de las abstracciones teóricas, creo y tu seguro lo percibes así, que el proceso no esta muerto, todo lo contrario, hay fuerzas subterráneas moviéndose que incluso creo nosotros no logramos percibir, como fue el 27F del 89. Las contradicciones de este gobierno y del modelos reformista se profundiza y están chocándose duro con las paredes y muros del régimen burgués del cual quiere diferenciarse pero se parecen cada día mas ellos… pero estas misma contradicciones son las que nos van a permitir si somos capaces de sacar lecciones resurgir y asumir de una vez por toda la dirección de nuestros propio proceso revolucionarios emancipatorios…

    Hoy me atrevo a decir que con debilidades y deficiencias, hay un importante sector de luchadores y luchadoras como tu, que estamos buscando los puentes que nos articulen, nos comuniquen, nos saquen de la atomización y nos coloque en agenda comunes, en las calles para que en medios de diferencias como un mismo puno golpeemos juntos y construyamos una verdadera sociedad, democrática, emancipada, socialista, revolucionaria…

    Un gran Abrazo Compañera.

    Johan 041641313176

  3. El «endogenismo» aplana. En 15 años de seguidilla electoral el manejo estatal ha dado para una institucionalización de «integración» regional, digamos, continental (Alba, Celac, Unasur, etc.). El entretejido autogobernante carece de una prospección geopolítica convivencial a lo interno y lo extenso gran-nacional. Sugiero que es tiempo de hacer un recorrido presencial por los predios de movimientos sociales vecinos, hacia una geoestrategia de hermanamiento en que la solidaridad y la complementariedad traiga beneficios directos sin pasar por la instrumentalización estatal. Una plataforma comunicacional conectiva, vinculante, de supervivencia y aplicación ambiental, de intercambio y sostenibilidad en el continuum geográfico, traería la holgura de correspondencia y refuerzo sin pasar por mayores desgastes burocráticos. La simple denuncia es reductiva. Fundantes y constituyentes son las tareas directas que ocupen en articular los saberes y haberes fraternales entre quienes pueblan el ámbito geográfico continental (incluido el Caribe). Allí está el ejemplo de los contrafestejos del V Centenario que conllevo algún avance en los Movimientos Indígenas, Negros y Populares desde 1992. Ciclo que aun no está cerrado pues con los 500 años de Cumaná en 2015 convoca a un contrafestejo que congregue allí a la Resistencia Indígena Continental en apoyo al Movimiento Indígena de adentro. Basta recordar cómo el EZLN marchó contra la infausta fecha por las calles de San Cristóbal de Las Casas en Chiapas y a su paso derribó la estatua del conquistador, anticipando ya su levantamiento armado del 1 de Enero de 1994.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.