El próximo Sabado 27 de julio 2013. desde las 9am a 3pm en el Centro Cultural Parque Central ubicado en el nivel Avenida Bolívar, entre las torres Este y Oeste de Parque Central; Se celebrará como se ha celebrado desde hace 24 años, el Encuentro de la Memoria Ancestral.
Este encuentro es una de las actividades autogestionadas que organiza ESPARSAS (La Escuela para la Participación en Salud Social), colectivo que irrumpe del inolvidable parto social gestado por el Sacudón de febrero de 1989. Desde esa fecha, Ruth. Berta, Ana, Arlenys, Enma y demás mujeres que sostienen con su lucha esta Escuela, han venido abriendo la trinchera de la memoria ancestral para combatir el olvido depredador de la identidad cultural, en Barrios, escuelas, instituciones y esta vez en un Centro Cultural comunitario que recientemente abrió sus puertas como espacio rescatado de las fauces del modelo hegemónico.
El encuentro se realizará, honrando la alegría de Isis Centeno, una Chamana que flotaba por la populosa parroquia del 23 de enero y que hace un tiempito se elevó un poco más alto y desde otro plano de la existencia sigue impulsando voluntades colectivas.
Reunir la memoria ancestral es una necesidad de los pueblos, que históricamente han hecho resistencia a la avasallante cultura de la dominación, a partir de la llegada de Colón. La resistencia tiene dimensiones y expresiones varias desde Guaicaipuro, pasando por la rebelión del Negro Miguel en 1553, hasta Sabino Romero y la lucha Yukpa por la tierra.La dimensión cotidiana de esa resistencia la constituyen los saberes que hacen y preservan la vida de los pueblos.
Saberes para sanarnos y para evitar ser enfermados, saberes para la agricultura, para sembrar, saberes para alimentarnos, para escuchar y entender la naturaleza, para reconstruir las cosmovisiones ancestrales, batallando contra el olvido de nuestra herencia ancestra, saberes para vivir a escala humana. ¡No te lo pierdas!!
Al cabo de 521 años, las misiones religiosas instauradas por los Reyes Católicos de España, siguen ejerciendo su nefasta labor etnócida en detrimento de las culturas autóctonas americanas. Si de verdad se quiere conservar este Patrimonio Universal, el Gobierno revolucionario debe ordenar el retiro inmediato de las monjas, sacerdotes y pastores evangélicos de origen extranjeros que operan de manera ilegal dentro de los Territorios ocupados por indígenas.
Luego de haber sido construida toda la infraestructura de la “misión diocesana ” con la mano de obra gratuita de los indígena E’ñapa , la Diócesis de Málaga, España, tomo posesión de motus propio del territorio Joti-E’ñapa situado en el alto Cuchivero y lo utiliza como Centro de veraneo para eclesiásticos españoles…. Esta clase de penetración extranjera, practicada al margen de las leyes nacionales, además de sus efectos negativos sobre las culturas autóctonas, ha engendrado varias epidemias que costaron la vida a docenas de niños y niñas indígenas.
En Caicara del Orinoco, las monjas Lauritas hispano-colombianas se adueñaron de las edificaciones inicialmente construidas por el Gobierno venezolano para uso exclusivo de los indígenas E’ñapa del Distrito Cedeño y transformaron dichas construcciones en un Colegio Privado del que están excluidos los E’ñapa.
No en balde Carlos III de España decreto la expulsión de los Jesuitas de las Américas en 1767. Vale la pena recordar que, en 1816, el Libertador Simón Bolívar, exacerbado por los abusos cometidos por los misioneros cristianos, ordeno también el retiro de todo el personal eclesiástico incrustado en las comunidades indígenas de Guayana y de los Llanos. Algunos años mas tarde, acantonado en Angostura del Orinoco, Bolívar mando a fusilar 17 frailes capuchinos que incitaban a los indios Pemón a rebelarse contra la Revolución.