Luchas por venir (Breve reflexión sobre las fechas patrias).
Hoy, 5 de julio, 201 años después de independencia política, cabe una breve reflexión sobre el gobierno bolivariano y la forma cómo está manejando los días en los cuales se conmemoran nuestras fechas patrias, días de enaltecimiento de la memoria histórica venezolana.
El gobierno de Chávez se sustenta mediáticamente por un lado, del fortalecimiento de las fuerzas armadas y por el otro, en la supremacía de su imagen personal y de los vínculos que éste pueda tener con líderes del mundo. Cabe decir, que el fortalecimiento del espíritu nacionalista en el marco de un proceso revolucionario, debe sustentarse en la formación de nuevos valores éticos y societarios que permitan así, “la gestación desde dentro” de un nuevo ser colectivo, que permita en primera instancia, “la integración de nosotros mismos” de todos y cada uno de los sujetos sociales que componemos a la sociedad venezolana y en segunda instancia, “la integración con los otros”, con nuestros pueblos afrodescendientes, amerindios, latinoamericanos.
Ello no se logra con el proselitismo sobre y desde la figura de una o unas personas, pues nos convertimos en imitadores caricaturescos, haciendo muecas absurdas. Nuestro profesor Ismael Cejas señalaría en alguna ocasión “hemos de reconocer que nuestro gobierno no ha sabido aprovechar al máximo el potencial intelectual”, ya que damos más importancia en aumentar los sueldos de militares y políticos, en comparación de los sueldos irrisorios de educadores, investigadores, de los “intelectuales orgánicos”. Estos por supuesto, son la columna vertebral de toda sociedad, pues son los forjadores de los hombres y las mujeres del mañana.
Chávez es y será nuestro líder, cosa que será ratificada por el pueblo venezolano el 7 de octubre. Pero ello, agudizará en los próximos años las contradicciones en el seno del gobierno, entre los distintos sectores que en el hacen vida.
La “Historia Patria” debe ser refundada para dar paso a una “Historia Crítica”. Los fundamentos de aquella historia con h mayúscula, deben ser redefinidos, puestos en debate. Los héroes nacionales, la atribución histórica arbitraria de los hechos del pasado a los hechos del presente, deben ser entendidos como anacronismos traídos a colación por momentos coyunturales, que causan en el pueblo impacto, estremecimiento, benevolencia.
No es la historia de “los grandes hombres”, es la historia de los pueblos. Y los gobiernos latinoamericanos han sabido crear discursos históricos que los legitiman, imputándose así sucesos que no han hecho de facto. Las marchas marciales, la “muestra de músculos” para que el mundo sepa de que estamos hechos, cimenta una mentalidad nacionalista-militarista que no es muy saludable para nosotros, puesto que deforma, transgrede nuestra sensibilidad histórica colectiva.
Los últimos sucesos en la Sierra, son minusvalorados o ignorados y puestos en el último escalafón o borrados entre los puntos de la agenda política. Veremos si El Foro de Sao Paulo debatirá sobre las problemáticas que están estremeciendo a la Sierra de Perijá en Venezuela, a Cajamarca en Perú. Esos serían punto de emergencia, lo suficientemente relevantes y de peso mediático como para tomarlos en cuenta. Los Yukpas y los colectivos y movimientos sociales no permitirán que sigan cometiendo abusos y asesinatos; pueblos indígenas y comunidades campesinas seguirán luchando, hasta que se detenga y se derogue el Proyecto Conga.
Luego de las elecciones, serán años de lucha, de esclarecimientos, de definiciones, de nuevos bloques políticos en la América Latina.
M. Arturo Dugarte,
desde la Otra Mérida posible.